La Película de su vida
Dicen que cuando estás a
punto de morir, tu vida pasa ante ti en unos segundos como un
flashback de una película y sobre todo desfilarán aquellas personas
que más has querido. Pues bien, el 2 de julio de 2009 sufrí un
grave accidente que pudo costarme la vida. Mi médico me dijo,
¡Delia, has vuelto a nacer!Fui consciente de que me iba a estrellar
contra una descomunal pared de roca y que no podía evitar el
impacto, así que reaccioné y me preparé para que si evitaba la
muerte, que el impacto y lesiones en mi cuerpo fueran minimizadas. En
ese momento no pasó toda mi joven vida ante mí, supongo que fue
porque afortunada de mí, no me tocaba morir; pero si que pensé en
la gente que más quería y que lo que todavía me quedaba por hacer
eran demasiadas cosas como para abandonar este precioso mundo.
Si que es cierto, que
hasta no hace muchos años, cada vez que quería ir de viaje, había
una ciudad que me había robado el alma desde mi tierna infancia y
siempre que he podido, he cogido al avión y me he presentado allí.
Siempre decía: ¡y si me muero y no he vuelto a NYC! La he conocido,
igual que la inmensa mayoría de personas que no vivimos allí, a
través de las películas, en mi caso la fuente ha sido el cine
clásico que me sigue fascinando y redescubriendo cada vez que las
vuelvo a ver. Esa psicosis u obsesión por la ciudad más cosmopolita
del mundo hizo que volviese a ella siempre que lo necesitaba y
especialmente en distintas etapas de mi vida y siempre encontré la
respuesta que buscaba. ¿Por qué he vuelto no solo a esta ciudad sino
a otras ciudades del mundo? Es muy fácil, actualmente en cualquier
cosa que queramos comprar lo que nos están vendiendo son “EMOCIONES”
, pero especialmente en el mundo del turismo. Cuando uno viaja a un
sitio por primera vez, siempre va con unas expectativas previamente
concebidas por la información que ha recopilado, ya sea por medio de
internet, libros o de recomendaciones de amigos. A veces estamos
excesivamente saturados de datos y todo ello se conjugará en una
idea de lo que creemos nos encontraremos en nuestro destino. Podemos
ser muy exigentes y críticos. Lo que es inevitable y tremendamente
importante es siempre la primera impresión que nos llevaremos. Ésto
nos pasará con todo, no solo un lugar como una ciudad o pueblo, sino
un hotel, restaurante, tienda,gente, costumbres, paisajes, etc.
Porque será el indicador decisivo de que volvamos a ese sitio o lo
recomendemos. También tengo claro que un factor muy importante en
esa decisión, será el estado de ánimo que la persona tendrá en el
momento de llegar a ese sitio, porque desde luego, como estemos
negativos, es bastante probable que nos llevemos una mala impresión
y hablemos en términos de negatividad de nuestra visita.
Yo tengo clavado a fuego
en mi alma muchos de viajes porque han superado mis expectativas y
eso que reconozco que soy exigente. Las tengo en mi cerebro y en mis
álbumes como si fueran los fotogramas de una hermosa película,
porque también se viven situaciones sorprendentes y se conoce a
gente fascinante que te enriquecen como persona. Consiguen arrancarme
siempre una sonrisa y sentirme afortunada por haber vivido esas
experiencias.
La película de nuestra
vida la conforman nuestros actos, la gente con la que nos encontramos
y nuestras experiencias, pero los viajes a veces, pueden cambiar
nuestro rumbo. Cada uno decide como quiere que sea su película. Aún
está a tiempo, encuentre y diseñe la suya.
Disfrute del día, sea
feliz y honrado.
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